Be careful corasao

Hoy me he levantado gracias al portazo de mi querida Mada, aunque se lo perdono porque la pobre está nerviosita, que hoy es su primer día de curro. Además, se ve que la he tenido toda la noche sufriendo mis toses. La pobre me ha advertido que este mes es el mes de las enfermedades en Polonia, y que tome muchas vitaminas. Ella, que sabe que la mínima temperatura  a la que he estado expuesta han sido 7º.



Esta semana ha sido tranquilita. Clases, y vuelve a cambiar el acuerdo de estudios por quincuagésima vez. Lo siento Lorena, espero que este sea el último acuerdo que tengas que mandarnos.

Con respecto a las clases, están entretenidas. Nos evalúan por un trabajo final, a excepción de polaco, y por lo general los profesores son bastante enrollados. Además, eso de tener una semana sí y otra no está genial.

Quizás porque estamos todos en modo ahorro, o porque nos hemos cansado de la misma música ñórdica una y otra vez, esta semana no hemos salido tanto de clubs sino de cerveceo, que es lo que a mí más me gusta. Además, gracias al "hombre que todo lo sabe", he descubierto el que es uno de mis bares favoritos: Salvador.

Salvador es una oda a Dalí, y claro, a mí sólo con eso me conquista. El sitio en cuestión, que está cerca de la plaza de las flores, es subterráneo y tiene toda la decoración siguiendo el estilo surrealista del pintor. Solo decir que tiene mesas y sillas en el techo, pezones en las paredes y un cuadro de una señorita mostrando "to lo negro" en el baño.

Y más cerveza, y conciertos de jazz en bares shashis, y juegos de mesa, y un food festival con foodtrucks en mitad de Wroclaw. Al aire libre, porque estar casi a 0º no es impedimento a la hora de comerte un burrito del tamaño de Chile. Y con razón me dice Mada que toso, si es que no es sano ponerte a comer en mitad de un parque mientras llovizna y sientes que como te quedes allí 30 min más te tendrán que amputar los dedos y la nariz.

Y debo admitir que mis horarios son una locura, no sé si sigo las costumbres polacas, españolas o de Mozambique. Hay días que como a las 7, a las 13 o a las 23. Y, mamá no te enfades, pero muchos días solo hago un almuerzo, la cena ya si eso el desayuno del día siguiente. Eso sí, mi desayuno no me lo quita nadie, mi nesquick con leche calentita y mis dos tostadas son sagradas.


Y echo de menos a mi gente. Pero una está muy feliz al margen de la realidad.

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