Krakow y mucho frío.


El domingo tendría que haber subido un post contándoos lo genial que ha sido mi viaje a Cracovia y la semanita que he pasado. También subí tarde el vlog 3 a ytb.

Pero las labores del hogar, que no las propias de mi sexo (aprovechando que ayer fue el día de la mujer), me llamaban. Así que dormí lo que pude, hice la compra para esta semana y puse dos lavadores. También salí y me tomé unas cerves, una cosa no quita la otra.

Así que la semana pasada empezó con salidas el lunes y miércoles (alibi + reset), encontrarte a gente, saludar, bailar haciendo el capullo, etc.

El jueves con unas 3 horas de sueño en el cuerpo, nos montamos en el polskibus camino a Cracovia. Casi perdemos a Jelena en el camino, pero al final los 8+2 que éramos llegamos a Cracovia a las 6.
Nuestro hostel estaba en pleno centro y teníamos la habita para nosotros solos. Gracias a la hermosa de Sara contábamos con una guía experta que nos decía dónde comer barato y en cantidad, qué ver de los imprescindibles, etc. Si algo tengo que destacar del viaje en estos 4 días y 3 noches, es la cantidad inmunda y basta de comida que hemos ingerido. Todos. Todo el rato. De todo.

 

Al día siguiente nos pateamos toda Cracovia. Sin coña. Hicimos dos free tours, comimos en uno de los típicos sitios de allí y terminamos reventados tras ver el centro histórico y el barrio judío. Gracias Calen, eres un guía genial. Sin duda es impresionante ver una ciudad tan bonita que consiguió sobrevivir a la guerra y donde habitaron dragones. También vimos a la Dama del Armiño de Leonardo y nos enamoramos de un guía español. Pero esa noche tampoco hubo demasiada fiesta, birras en la habita y acuéstate y lidia con los ronquidos porque al día siguiente toca Auschwitz.

Y en Auschwitz tienes sentimientos encontrados. Quieres conocer esa realidad, palparla en un mundo donde todo está tan mediatizado que ni siquiera estás 100% segura de si tu vida es tuya o no. Pero al mismo tiempo sientes que es algo demasiado morboso, andar y entrar en aquellos lugares donde solo hubo crueldad, locura y muerte. 
Pillamos un tour y nos llevaron desde el centro de Cracovia a Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau. En el primero te enseñan todo, las pruebas de la catástrofe: pelo de mujeres, zapatos, juguetes de niños, latas de veneno, etc. Te explican al detalle cómo lo hacía, por qué de ese método, etc. Y luego te llevan al segundo campo y ves un paisaje muy bonito y a la vez aterrador: una inmensa explanada llena de cabañas, o simples chimeneas. Y pierdes la vista en el horizonte. Y piensas que hubo miles de personas que vivieron eso. Y piensas que hoy día sigue existiendo en muchos lugares. Y se te cae el alma.



Al día siguiente no teníamos ni tiempo ni dinero para ver las minas de sal, así que hicimos más turismo por la ciudad, volver a comer en Bordo porque un menú de dos platos y postre por 15 zlt es coña. Y venga a comer mierda.
Llegamos el domingo a Wroclaw, pelados de frío, pelados de pasta y muertos de sueño.


Este ha sido el primer viaje que he hecho con mis compis de uni, y ha sido genial. Hemos visto la ciudad, nos hemos empapado de su historia y gastronomía, hemos compartido muchas horas de cansancio pero también de risas, porque a ver quién es el primero que dice que tiene hambre y abre la veda, porque las búlgaras son búlgaras (y punto), y échale fotos a Jelena para saber si sus calcetines son grises o blancos, etc.

P.D: mañana hago un mes aquí. Ola k ase no quiero volverme.

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