Pentecostés cordobés

Cuando hablé de María Magdalena en el último post de moda, ya avisé que la siguiente víctima sería Palomo Spain.


Y seguimos en el sur, porque todo el mundo sabe que allí donde el calor asfixiante nos hace abanicarnos cual Cleopatra subida de tono, allí donde las tradiciones están bien arraigadas y los pucheros del hortelano resuenan en la radio, allí el arte nos corre por las venas -y sí, me incluyo porque además de artistas somos exagerados y ególatras.

El caso, que como buena sevillana, pasamos de la conversión de María Magdalena a la creencia en el Espíritu Santo encarnado en una paloma. Palomo Spain -como hilo, eh- es la marca que ha roto moldes a nivel internacional en la moda española. Si bien María Magdalena está abriéndose paso en el panorama español, Palomo Spain entró por la puerta grande ganándose el aplauso no solo de nuestro país, sino de grandes artistas de ayer y hoy como Beyoncé o Miley Cyrus.


Alejandro Gómez Palomo, cordobés, está al frente de la marca. Palomo se centra en diseños para hombre donde la libertad es tan evidente que abruma. Los límites de género se vuelven difusos y da la libertad a que los hombres lleven, al fin, lo que les salga de coño.

Con cuatro colecciones estrenadas, Orlando, Boy Walks in a Exotic Forest, Objeto Sexual y Palomo, ¡Por favor! su estilo de aire barroco, descarado, elegante y rompedor. En 2016 presentó su primer desfile en Madrid, desfilando al año siguiente en Nueva York.


Como si la Maria Antonietta de Sofia Coppola fuera un hombre y creara universos donde el Jardín del Eden está lleno de hombres sensibles, suaves y con olor a jazmín. Como si David Bowie hubiera decidido meterse a la moda y hubiera crecido en lo más remoto de Andalucía. Como si Palomo hubiera luchado viviendo en Londres para dar vida a sus universos rocambolescos. Como si.

Qué me gusta de Palomo? Que al fin rompe con la aburrida moda de hombre, con los cánones de belleza y con la aburrida pesadilla de los magazines que dictan qué ponerse cada temporada. Ponte lo que te dé la gana, sin etiquetas, porque aunque lo tilden de travestis, desde luego quienes lo hacen no tienen ni puta idea de moda y estilo, ya ni siquiera hablemos de cultura general. RuPaul está de moda, sí, pero por favor no todos aspiran a ser American Next Drag Queen.



Y no solo sus diseños, su fotografía son puros cuadros del Renacimiento donde el hombre imberve, el hombre-niño, ese adolescente que suele estar en pleno estirón donde cada extremidad crece a trompicones, ése es el protagonista para Palomo. Lo inusual se vuelve extraordinario.

Palomo, tesoro, pósate en nosotros y traenos la esperanza  de un mundo gender fluid, donde cada uno al fin se ponga lo que le dé la gana. Mientras tanto, soñar es gratis, y tu puesta en escena y diseños son una nueva corriente de aire. Gracias.

Besis en la fiente.

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